Evangelio del día 12 de Junio de 2025.

Juan 17, 1-2.9. 14-26

En aquel tiempo, Jesús, levantando los ojos al cielo, dijo: «Padre, ha llegado la hora, glorifica a tu Hijo, para que tu Hijo te glorifique a ti y, por el poder que tú le has dado sobre toda carne, dé la vida eterna a todos los que le has dado.

Te ruego por ellos; no ruego por el mundo, sino por estos que tú me diste, porque son tuyos.

Yo les he dado tu palabra, y el mundo los ha odiado porque no son del mundo, como tampoco yo soy del mundo. No ruego que los retires del mundo, sino que los guardes del maligno. No son del mundo, como tampoco yo soy del mundo.

Santifícalos en la verdad: tu palabra es verdad. Como tú me enviaste al mundo, así yo los envío también al mundo. Y por ellos yo me santifico a mí mismo, para que también ellos sean santificados en la verdad. No solo por ellos ruego, sino también por los que crean en mí por la palabra de ellos, para que todos sean uno, como tú, Padre, en mí, y yo en ti, que ellos también sean uno en nosotros, para que el mundo crea que tú me has enviado. Yo les he dado la gloria que tú me diste, para que sean uno, como nosotros somos uno; yo en ellos, y tú en mí, para que sean completamente uno, de modo que el mundo sepa que tú me has enviado y que los has amado a ellos como me has amado a mí. Padre, este es mi deseo: que los que me has dado estén conmigo donde yo estoy y contemplen mi gloria, la que me diste, porque me amabas, antes de la fundación del mundo. Padre justo, si el mundo no te ha conocido, yo te he conocido, y estos han conocido que tú me enviaste. Les he dado a conocer y les daré a conocer tu nombre, para que el amor que me tenías esté en ellos, y yo en ellos».

Hoy nos fijamos en la frase:

”Santifícalos en la verdad: tu palabra es verdad”

Jesús además de pedir al Padre la protección de los discípulos, hace algo más y muy importante. Pide que los santifique en la verdad. ¿Y cuál es esa verdad, nos preguntamos? La respuesta es clara y contundente “tu palabra es verdad”.

En la Palabra de Dios es donde encontraremos la VERDAD, todo lo demás pueden ser verdades humanas, certezas en algunas cosas, pero siempre serán verdades limitadas.

Para que Dios nos santifique en la verdad, nosotros también tenemos que colaborar, poner nuestro granito de arena.

Jesús nos envía al mundo a enseñar la verdad del evangelio, la Palabra de Dios que da vida. Para santificarnos nos pide varias cosas: que vivamos en el mundo pero sabiendo que este mundo es pasajero y sobre todo nos pide que como el Padre y Él, nosotros vivamos como si fuéramos uno, que vivamos en unidad para que el mundo crea.

Si lo hacemos así glorificaremos a Dios Padre por medio del seguimiento de las enseñanzas del Hijo. Seremos capacees de amarnos y amar a los demás mostrando como amo Dios a su Hijo y a los hombres, pues fue capaz de entrégalo a la muerte para nuestra salvación.

Por lo tanto nuestra santificación  con la ayuda del Espíritu Santo, tiene que venir de la entrega, la disponibilidad, el ejemplo de vida, el amor a los hermanos, la proclamación de la Palabra y el cumplimiento de los mandamientos de la Ley de Dios.

Señor, necesitamos tu ayuda. Hoy es difícil la misión de la evangelización, que los hombres te conozcan y te glorifiquen. Danos fortaleza para seguir anunciando tu Reino.

Adorado sea el Santísimo Sacramento.

Sea por siempre Bendito y Alabado.                                               FVR.