Evangelio del día 13 de Diciembre de 2025.

Mateo 17, 10-13

En aquel tiempo, los discípulos le preguntaron:

«¿Por qué dicen los escribas que primero tiene que venir Elías?». Él les contestó: «Elías vendrá y lo renovará todo. Pero os digo que Elías ya ha venido y no lo reconocieron, sino que han hecho con él lo que han querido.  Así también el Hijo del hombre va a padecer a manos de ellos».

Entonces entendieron los discípulos que se refería a Juan el Bautista».

Hoy nos fijamos en la frase:

            “Así también el Hijo del hombre va a padecer a manos de ellos”

En este breve relato evangélico, vemos que ni Juan ni Jesús son reconocidos.

A la pregunta de los discípulos sobre la venida de Elías, Jesús contesta que ya ha venido a renovar todo, el nuevo Elías es Juan el Bautista.

Lo que Jesús les está diciendo es que Juan, además de no ser reconocido va a sufrir y será decapitado por Herodes.

Jesús, “el Hijo del hombre”, tampoco será reconocido como el Mesías y también sufrirá el desprecio de los hombres y condena a muerte.

¿Reconocemos nosotros esta venida?

Es de suponer que sí, pero tenemos que reconocer que en muchas ocasiones no somos conscientes de la presencia de Dios. Nuestra fe flaquea y nuestra mente y corazón están en las cosas del mundo, que nos distraen de esa presencia de Dios a nuestro lado.

Encontremos esa presencia de Dios en la oración pausada y meditada, en la Palabra del Señor,  en la atención a los hermanos necesitados, en el amor y entrega a los demás, en todas esas pequeñas cosas que agradan a Dios.

Sabemos que seguir a Cristo supone sacrificio, marginación, persecución…, seamos consecuentes entonces con la gracia recibida en el Bautismo y pongamos nuestra esperanza en reconocer a Cristo en el que sufre, el marginado, denigrado, perseguido y martirizado por su causa.

Señor, queremos ir a tu encuentro, descubrirte en los hermanos y ser instrumentos del amor de Dios para anunciar a todo el mundo la Buena Noticia.

Adorado sea el Santísimo Sacramento.                              

Sea por siempre Bendito y Alabado.                                               FVR.