Evangelio del día 14 de Octubre de 2025.

Lucas 11,37-41
En aquel tiempo, cuando Jesús terminó de hablar, un fariseo le rogó que fuese a comer con él.
Él entró y se puso a la mesa.
Como el fariseo se sorprendió al ver que no se lavaba las manos antes de comer, el Señor le dijo: «Vosotros, los fariseos, limpiáis por fuera la copa y el plato, pero por dentro rebosáis de rapiña y maldad.
¡Necios! El que hizo lo de fuera, ¿no hizo también lo de dentro?
Con todo, dad limosna de lo que hay dentro, y lo tendréis limpio todo»
Hoy nos fijamos en la frase:
“dad limosna de lo que hay dentro, y lo tendréis limpio todo”
De nuevo vemos la hipocresía de los fariseos. Le dan importancia a la limpieza externa, a la pureza ritual y a lo superficial y se olvidan de lo importante de la limpieza interior, de la pureza del corazón.
Jesús nos invita de nuevo, a mantenernos muy atentos y despiertos ante la tentación de sentirnos satisfechos por el mero cumplimiento de las normas, de la autojustificación y autocomplacencia, de actuar según nuestros criterios y conveniencias.
Por eso hoy debemos examinarnos sobre la autenticidad de nuestra vida cristiana, sobre nuestras posibles hipocresías, autojustificaciones, comodidades y rituales convencionales y acomodaticios.
¿Cómo cambiar estas actitudes?
Para poder dar a los demás desde dentro y tener un corazón limpio, tenemos que eliminar todo aquello que nos impida llevar una vida de caridad, de fe, de esperanza. Una verdadera vida de amor y generosidad hacia los necesitados, de bondad y misericordia hacia todos los hombres. Así podremos ser imagen de la bondad y misericordia de Dios Padre y estaremos desechando de nuestros corazones la maldad, la codicia, el egoísmo y las hipocresías.
Señor, ayúdanos a llevar una vida auténticamente entregada al evangelio, para que sea verdadero reflejo del amor que tienes a todos los hombres
Adorado sea el Santísimo Sacramento.
Sea por siempre Bendito y Alabado. FVR.
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