Evangelio del día 15 de Diciembre de 2025.

Mateo 21, 23-27
En aquel tiempo, Jesús llegó al templo y, mientras enseñaba, se le acercaron los sumos sacerdotes y los ancianos del pueblo para preguntarle: «¿Con qué autoridad haces esto? ¿Quién te ha dado semejante autoridad?». Jesús les replicó: «Os voy a hacer yo también una pregunta; si me la contestáis, os diré yo también con qué autoridad hago esto. El bautismo de Juan ¿de dónde venía, del cielo o de los hombres?».
Ellos se pusieron a deliberar: «Si decimos “del cielo”, nos dirá: “¿Por qué no le habéis creído?”. Si le decimos “de los hombres”, tememos a la gente; porque todos tienen a Juan por profeta». Y respondieron a Jesús: «No sabemos». Él, por su parte, les dijo: «Pues tampoco yo os digo con qué autoridad hago esto».
Hoy nos fijamos en la frase:
“Os voy a hacer yo también una pregunta”
Jesús está siempre a nuestro lado enseñándonos, y nosotros como los judíos de su tiempo queremos interrogarle: ¿por qué pasa esto o aquello? ¿por qué nos ocurren unas cosas u otras?
No entendemos los designios de Dios y queremos llevar a nuestro terreno, a nuestro conocimiento humano, los misterios de Dios. También en ocasiones nos dejamos llevar por lo que puedan pensar los demás de nosotros, si obramos de una manera o de otra y como nos van mirar y valorar. Flaquea nuestra fe o nos acobardamos.
Jesús siempre nos sorprende y no pretende que nos compliquemos con preguntas inútiles y estériles.
Lo que quiere de nosotros es que examinemos nuestra disposición interior. Que nos dejemos interpelar por su Palabra. Que nuestro corazón este siempre dispuesto a buscar la verdad, con fe y confianza en Él. Que valoremos nuestras posibles respuestas a la luz de sus enseñanzas y su mensaje. Que seamos valientes y no rechacemos responder como cristianos. Que no nos instalemos en lo comodidad de no hacer nada.
Señor, queremos responder siempre a lo que tú nos pidas y preguntes aunque nos resulte difícil y poner nuestra vida al servicio de la verdad.
Adorado sea el Santísimo Sacramento.
Sea por siempre Bendito y Alabado. FVR.
Deja una respuesta