Evangelio del día 16 de Julio de 2025.

Mateo 11,25-27
En aquel tiempo, tomó la palabra Jesús y dijo: «Te doy gracias, Padre, Señor de cielo y tierra, porque has escondido estas cosas a los sabios y entendidos y se las has revelado a los pequeños. Si, Padre, así te ha parecido bien.
Todo me ha sido entregado por mi Padre, y nadie conoce al Hijo más que el Padre, y nadie conoce al Padre sino el Hijo, y aquel a quien el Hijo se lo quiera revelar».
Hoy nos fijamos en la frase:
“Te doy gracias, Padre”
El evangelio de hoy, es una oración de acción de gracias y nos muestra la intimidad entre el Hijo y el Padre.
A nosotros nos invita también a llegar a esa intimidad por medio de la fe y confianza en Jesús siguiendo sus enseñanzas.
¿Cómo podemos nosotros llegar a esa relación íntima con Dios?
El Señor Jesús nos lo revela en estos sencillos párrafos: no confiando en nuestros propios conocimientos y fuerzas, sino siendo humildes de corazón y reconociendo nuestras limitaciones. Así es como le ha parecido a Dios que tenemos que conducirnos en nuestra vida, para llegar a seguir a Jesús y a la intimidad con los dos.
Todo esto sabiendo que conocer más profundamente a Dios y seguir a Jesús su Hijo, no es cuestión de conocimientos humanos que obtengamos por nuestros propios medios, sino que es una gracia y un don que Dios quiere regalarnos libremente y que nosotros debemos acoger con fe.
Señor, queremos darte gracias porque has querido que te conozcamos, y con la confianza puesta en el amor que Jesús nos ha revelado, reconocer con humildad nuestras debilidades que a veces nos hacen confiar en nuestras fuerzas y apartarnos de ti.
Adorado sea el Santísimo Sacramento.
Sea por siempre Bendito y Alabado. FVR.
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