19 de Septiembre de 2025. Una frase del Evangelio de cada día. “acompañado por los Doce, y por algunas mujeres”

Evangelio del día 19 de Septiembre de 2025.

Lucas 8,1-3

En aquel tiempo, Jesús iba caminando de ciudad en ciudad y de pueblo en pueblo, proclamando y anunciando la Buena Noticia del reino de Dios, acompañado por los Doce, y por algunas mujeres, que habían sido curadas de espíritus malos y de enfermedades: María la Magdalena, de la que habían salido siete demonios; Juana, mujer de Cusa, un administrador de Herodes; Susana y otras muchas que les servían con sus bienes.

Hoy nos fijamos en la frase:

            “acompañado por los Doce, y por algunas mujeres”

 Reflexionemos detenidamente: ¿no es esta situación muy parecida a la actual de la Iglesia?

Hoy las vocaciones sacerdotales y a la vida religiosa son escasas. Esa es la realidad a la que nos enfrentamos.

Fijémonos en lo que hace Jesús. ¿Cuántos le acompañan? “acompañado por los Doce, y por algunas mujeres”, pero Él no se detiene, no se pone a valorar las dificultades, no se queja. Jesús anuncia, enseña, cura, hace milagros, perdona, ama. Transmite todo esto para proclamar la Buena Noticia, para anunciar el verdadero Reino de Dios. Para anunciarnos donde encontrar la Gracia de la Salvación, el Espíritu de la Verdad.

Como podemos ver el protagonismo de los que le acompañan no diferencia entre hombres y mujeres. Las mujeres no son meras colaboradoras sino verdaderas discípulas de la misión evangelizadora. Sus corazones están bien dispuestos para servir generosa y fielmente a la misión.

Jesús nos convoca a todos mujeres y hombres para ser instrumentos de servicio, de comunicación, de caridad y amor con los hermanos.

El discipulado y la disposición de servicio al Evangelio hoy también podemos verlo como modelo en las mujeres de nuestra sociedad, por su dedicación, su gratitud y disposición a trabajar por el Reino.

Jesús nos otorga igual dignidad a hombres y mujeres. Hoy especialmente tenemos que valorar su presencia, su disposición, su fidelidad, su discipulado en nuestras comunidades y movimientos cristianos.

Señor, ¿Qué sería de nuestra Iglesia sin las mujeres? Ayúdanos a entender mejor su discipulado silencioso, su amor a ti y a nuestra Madre la Virgen María, su disposición y constancia fiel al Evangelio y a la Verdad.

Adorado sea el Santísimo Sacramento.

Sea por siempre Bendito y Alabado.                                               FVR.

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