Evangelio del día 21 de Julio de 2025.

Mateo 12,38-42
En aquel tiempo, algunos escribas y fariseos dijeron a Jesús: «Maestro, queremos ver un signo tuyo».
Él les contestó: «Esta generación perversa y adúltera exige una señal; pues no se le dará más signo que el del profeta Jonás. Tres días y tres noches estuvo Jonás en el vientre del cetáceo: pues tres días y tres noches estará el Hijo del hombre en el seno de la tierra.
Los hombres de Nínive se alzarán en el juicio contra esta generación y harán que la condenen; porque ellos se convirtieron con la proclamación de Jonás, y aquí hay uno que es más que Jonás.
Cuando juzguen a esta generación, la reina del Sur se levantará y hará que la condenen, porque ella vino desde los confines de la tierra, para escuchar la sabiduría de Salomón, y aquí hay uno que es más que Salomón».
Hoy nos fijamos en la frase:
“pues tres días y tres noches estará el Hijo del hombre en el seno de la tierra”
Hoy Jesús nos pide que miremos bien dentro de nuestro corazón y nos preguntemos si confiamos, si tenemos fe en lo que conocemos de Él, o necesitamos pruebas y signos para creer.
Está claro que aunque hoy hiciera signos o prodigios, si no nos ponemos en disposición de creer, es imposible acercarnos y seguirle. Quien no quiere creer en Jesús como los fariseos, aunque hiciera milagros –como los hizo en su tiempo-, siempre exigirá más, siempre necesitara más pruebas para creer. Lo que posibilita creer en Jesús es estar dispuesto a escucharle y a entender su manera de actuar, haciendo el bien con humildad, sin darse importancia y sin mirar nuestra débil condición humana.
Jesús anuncia claramente en este evangelio la Pascua que ha de sufrir, y este es el verdadero signo que nos ha dejado y que tenemos que entender. Murió, estuvo tres días en el seno de la tierra y Resucitó. ¿Necesitamos más pruebas para creer y entender que vino para salvarnos?
El signo Pascual, al que hace referencia citando los tres días de Jonás en el vientre de la ballena, y diciendo que Él es más que Jonás, y que “el hijo del hombre estará tres días en el seno de la tierra”, son el anuncio Pascual que hace que no necesitemos más signos ni milagros para creer.
También nos pide que nos convirtamos como hicieron los hombres de Nínive, paso importante que tenemos que dar cada día, para que nuestra fe no decaiga y confiemos siempre en el amor de Dios y no pidamos pruebas o signos, que incluso pueden llegar a confundirnos o a ser fieles mientras se producen, olvidándonos después y volviendo a pedir que haya más para seguir creyendo.
Señor queremos buscarte y seguirte, para amarte y adorarte siempre, porque creemos y confiamos en ti.
Adorado sea el Santísimo Sacramento.
Sea por siempre Bendito y Alabado. FVR.
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