Evangelio del día 21 de Octubre de 2025.

Lucas 12, 39-48
En aquel tiempo, dijo Jesús: Comprended que si supiera el dueño de casa a qué hora viene el ladrón, velaría y no le dejaría abrir un boquete en casa. Lo mismo vosotros, estad preparados, porque a la hora que menos penséis viene el Hijo del hombre». Pedro le dijo: «Señor, ¿dices esta parábola por nosotros o por todos?». Y el Señor dijo: «¿Quién es el administrador fiel y prudente a quien el señor pondrá al frente de su servidumbre para que reparta la ración de alimento a sus horas? Bienaventurado aquel criado a quien su señor, al llegar, lo encuentre portándose así. En verdad os digo que lo pondrá al frente de todos sus bienes.
Pero si aquel criado dijere para sus adentros: “Mi señor tarda en llegar”, y empieza a pegarles a los criados y criadas, a comer y beber y emborracharse, vendrá el señor de ese criado el día que no espera y a la hora que no sabe y lo castigará con rigor, y le hará compartir la suerte de los que no son fieles. El criado que, conociendo la voluntad de su señor, no se prepara ni obra de acuerdo con su voluntad, recibirá muchos azotes; pero el que, sin conocerla, ha hecho algo digno de azotes, recibirá menos. Al que mucho se le dio, mucho se le reclamará; al que mucho se le confió, más aún se le pedirá.
Hoy nos fijamos en la frase:
“estad preparados, porque a la hora que menos penséis viene el Hijo del hombre”
El evangelio de hoy continua con la llamada a la vigilancia, porque no sabemos el día que nos va a llamar; y con el de tema de la fidelidad, del buen servicio y administración de nuestra vida.
Además nos hace una advertencia que tenemos que tener muy en cuenta: y es que se nos va a reclamar y pedir cuentas de lo que hayamos recibido; si es mucho se nos pedirá mucho.
No podemos relajarnos ni dormirnos, nuestra obligación es estar en vela continua, en amor constante a Dios y los hermanos, en compromiso de generosidad y oración.
Cada día debemos orar pues no sabemos si va a ser el último. Y si recibimos el cargo de administrar, tenemos que ser fieles y comprometidos con la misión, de una manera activa, sin distracciones. Es el momento de demostrar el amor a Dios y a los necesitados. Lo contrario conduce a la negligencia, al incumplimiento, a la irresponsabilidad, a sepáranos del Señor.
Señor, hoy deseamos que los avisos de estos evangelio no caigan en saco roto. Queremos estar preparados para atender las necesidades de la Iglesia y de los hermanos. Queremos estar unidos siempre a Ti y estar siempre preparados para cuando nos llames a tu lado.
Adorado sea el Santísimo Sacramento.
Sea por siempre Bendito y Alabado. FVR.
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