Evangelio del día 25 de Junio de 2025.

Mateo 7,15-20

En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos: «Cuidado con los profetas falsos; se acercan con piel de oveja, pero por dentro son lobos rapaces.

Por sus frutos los conoceréis. ¿Acaso se cosechan uvas de las zarzas o higos de los cardos? Así, todo árbol sano da frutos buenos; pero el árbol dañado da frutos malos. Un árbol sano no puede dar frutos malos, ni un árbol dañado dar frutos buenos. El árbol que no da fruto bueno se tala y se echa al fuego. Es decir, que por sus frutos los conoceréis».

Hoy nos fijamos en la frase:

”por sus frutos los conoceréis”

Jesús no solo nos deja enseñanzas, también nos advierte de aquello que nos puede equivocar y llevar por caminos que no son la verdad.

En este caso nos previene sobre los falsos profetas, Personas, movimientos religiosos, sectas o ideologías con fines aparentemente buenos y sensatos, pero que solo se quedan en apariencias.

Jesús nos pone en la pista de cómo conocerlos. Ver cuáles son sus frutos. Es decir no fiarnos de la palabrería. Lo importante, aunque todos tenemos debilidades es fijarnos en su modo de vida. Observar si está guiada por la Palabra de Dios, por las enseñanzas de Jesús. Una vida guiada por el amor, la misericordia, el servicio, la humildad, el perdón, la fraternidad y la caridad.

En la sociedad que nos toca vivir hoy, nos encontramos con innumerables medios para equivocarnos, para engañarnos, para intentar hacer de la mentira una verdad que parezca incontestable. Por eso Jesús nos dice que nos fijemos en los frutos que dan. Podremos fiarnos de aquellos que den frutos buenos, pero de los profetas malos –Jesús nos pone el ejemplo de los árboles buenos y malos-, no pueden salir nada más que frutos malos.

Señor, ayúdanos a reconocer los malos profetas para apartarnos de ellos y con tu ayuda poder caminar siempre en la verdad.

Adorado sea el Santísimo Sacramento.

Sea por siempre Bendito y Alabado.                                               FVR.