26 de Noviembre de 2025. Una frase del Evangelio de cada día. “y todos os odiarán a causa de mi nombre”

Evangelio del día 26 de Noviembre de 2025.

Lucas 21, 12-19

En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos: «Os echarán mano, os perseguirán, entregándoos a las sinagogas y a las cárceles, y haciéndoos comparecer ante reyes y gobernadores, por causa de mi nombre. Esto os servirá de ocasión para dar testimonio. Por ello, meteos bien en la cabeza que no tenéis que preparar vuestra defensa, porque yo os daré palabras y sabiduría a las que no podrá hacer frente ni contradecir ningún adversario vuestro.

Y hasta vuestros padres, y parientes, y hermanos, y amigos os entregarán, y matarán a algunos de vosotros, y todos os odiarán a causa de mi nombre. Pero ni un cabello de vuestra cabeza perecerá; con vuestra perseverancia salvaréis vuestras almas».

Hoy nos fijamos en la frase:

            “y todos os odiarán a causa de mi nombre”

Seguir a Cristo, ¡qué hermoso! dicho así sin más. Seguir a Jesús, que vino a hacer el bien, a curar a los ciegos, a sanar a los atribulados, a salvar a los pecadores, a amar sin medida a todos, sufrió persecución, fue odiado, juzgado y condenado a muerte injustamente. Nos anuncia que a nosotros nos puede ocurrir lo mismo que a Él.

El camino que Jesús nos anuncia es difícil, lleno de incomprensiones y de duras pruebas: persecución, odio, cárcel e incluso la muerte. Pero como seguidores suyos queremos que de nuestra boca solo salgan palabras de amor y que nuestro testimonio sea servir a los demás para poder vencer el mal.

Hoy vemos que esto es una realidad, sabemos de persecuciones en todos los continentes, unas más divulgadas que otras. En el momento actual en Nigeria, Nicaragua… según los últimos datos conocidos, están perseguidos más de 380 millones de cristianos.

Sabemos por la fe que Dios no los abandona, pero debemos tomar ejemplo de su perseverancia, de su firmeza en la fe y defensa del Evangelio, de su testimonio y no podemos olvidar nunca que nuestras oraciones servirán como ayuda en sus sufrimientos.

Hoy podríamos preguntarnos ¿cómo me comporto yo ante las pequeñas dificultades que pueden surgirme en esta sociedad acomodada? ¿pongo toda mi confianza en el Señor? ¿tengo presente en mi oración a la Iglesia perseguida?

Señor, aunque puedan rechazarnos, perseguirnos y odiarnos, sabemos que tu proteges hasta el último pelo de nuestra cabeza. Queremos ser perseverantes en la oración y por obra de tu Espíritu que nuestras palabras y obras sean tuyas y sirvan para ayudar a la salvación de todos los hombres.

Adorado sea el Santísimo Sacramento.

Sea por siempre Bendito y Alabado.                                               FVR.

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