Evangelio del día 28 de Mayo de 2025.

Juan 16, 12-15

En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos: «Muchas cosas me quedan por deciros, pero no podéis cargar con ellas por ahora; cuando venga él, el Espíritu de la verdad, os guiará hasta la verdad plena. Pues no hablará por cuenta propia, sino que hablará de lo que oye y os comunicará lo que está por venir.

Él me glorificará, porque recibirá de lo mío y os lo anunciará.

Todo lo que tiene el Padre es mío. Por eso os he dicho que recibirá y tomará de lo mío y os lo anunciará».

Hoy nos fijamos en la frase:

”Muchas cosas me quedan por deciros, pero no podéis cargar con ellas por ahora;”

Jesús conoce las limitaciones humanas, por eso les dice a los discípulos, que no es el momento de decires todas las cosas y de cargar con ellas.

¿Qué nos quiere decir con esto?

En primer lugar que su Palabra, sus obras, su vida, su muerte y resurrección, los discípulos no van a comprenderlas hasta que hayan sucedido. Aunque vivían a su lado, muchas cosas no las entendían, mucho menos iban a comprender con antelación, a pesar de que se lo anunciaba, que tenía que morir para cumplir su misión salvadora y todavía menos que resucitaría. Si lo pensamos nosotros fríamente, si poner toda la fuerza de la fe, para nosotros también es difícil de comprenderlo. Todo un Dios se hace hombre como nosotros, se pone a nuestro servicio y se humilla hasta morir. ¿Cómo comprenderlo? ¿Cómo aceptarlo?

En segundo lugar, lo que quiere decirnos es que su mensaje no es para un momento determinado. Su mensaje es para todo tiempo y lugar. Su mensaje tenemos que hacer que sea actual, vivo, y actualizado al tiempo que nos toca a cada uno, por eso les dice “no podéis cargar con ellas por ahora”.

Jesús conoce a sus discípulos y quiere que primero ellos y después las generaciones posteriores, una vez que envíe el Espíritu Santo, vayamos conociendo su Palabra y su Obra; que su Espíritu nos va a acompañar, nos va a ir mostrando la verdad y nos infundirá confianza para creer cada día más en Él, esperanza en su promesa de vida eterna, sabiduría para poder anunciar el Reino de Dios, fortaleza para llevar la cruz y anunciar dignamente el evangelio y todos los dones que necesitemos si somos verdaderos seguidores suyos y le abrimos nuestro corazón.

Jesús a través de su Espíritu nos hace la donación de la verdad, el conocimiento verdadero de las cosas de su Padre, nos ilumina interiormente para poder seguirle.

En estos últimos pasajes evangélicos de Juan, vemos una referencia clara a la acción de la Santísima Trinidad y como cada una de las tres personas actúa en nosotros, para que nuestra vida no se quede en una vida superficial y podamos ser la luz del mundo que Él nos ha dejado.

Hoy podemos preguntarnos:

¿Confiamos en Jesús, y en el Espíritu Santo?

¿Somos conscientes que todo los que nos comunica el Espíritu viene de Jesús y del Padre?

¿Nos desanimamos cuando no obtenemos resultados, en nuestra labor y no somos capaces de llevar más adoradores?

Señor, perdona nuestra falta de confianza y nuestras prisas que nos conducen a olvidarnos a veces de Ti. Ayúdanos a conocer cada día más y mejor la Verdad, tu Palabra y tu vida. Te damos gracias porque no nos has dejado solos y te has quedado en la Eucaristía y enviado tú Espíritu para renovarnos cada día.

Adorado sea el Santísimo Sacramento.

Sea por siempre Bendito y Alabado.                                               FVR.