Evangelio del día 29 de Julio de 2025.

Juan 11, 19-27

En aquel tiempo, muchos judíos habían ido a ver a Marta y a María para darles el pésame por su hermano.

Cuando Marta se enteró de que llegaba Jesús, salió a su encuentro, mientras María se quedó en casa. Y dijo Marta a Jesús: «Señor, si hubieras estado aquí no habría muerto mi hermano. Pero aún ahora sé que todo lo que pidas a Dios, Dios te lo concederá».

Jesús le dijo: «Tu hermano resucitará».

Marta respondió: «Sé que resucitará en la resurrección en el último día».

Jesús le dijo: «Yo soy la resurrección y la vida: el que cree en mí, aunque haya muerto, vivirá; y el que está vivo y cree en mí, no morirá para siempre. ¿Crees esto?».

Ella le contestó: «Sí, Señor: yo creo que tú eres el Cristo, el Hijo de Dios, el que tenía que venir al mundo».

Hoy nos fijamos en la frase:

“Yo soy la resurrección y la vida”

En este evangelio vemos que Jesús confirma que Él es la resurrección y la vida, y la gran lección de fe, esperanza y confianza de Marta en Jesús.

Jesús anuncia la vida eterna: ¿Crees esto? le pregunta a Marta, y también nos lo pregunta a nosotros en momentos difíciles y de debilidad. En los momentos que las desilusiones, enfermedades, perdidas de seres queridos o decepciones de amor o amistad, proyectos de trabajo, o de expectativas de conseguir algo en las cosas del mundo, de la vida familiar o la vida religiosa no somos capaces de alcanzarlas.

En esos momentos es cuando tenemos que fijarnos en la respuesta de Marta: “Si, Señor yo creo que tú eres el Cristo, el Hijo de Dios, el que tenía que venir al mundo”

Estar convencidos de que Jesús es Hijo de Dios, que ha venido a traernos la resurrección y la vida, es el acto de fe que tenemos que hacer cada día.

Estar convencidos y confiados en que Dios siempre obra según los criterios que más nos conviene y no según pensamos y deseamos nosotros, es otro gran ejercicio de fe y esperanza´

Creer en la resurrección y salvación que nos anuncia, sabiendo que no moriremos para siempre, es la esperanza que guía nuestro comino de cristianos.

Hoy deberíamos preguntarnos: ¿si creemos que Jesús es quien nos da la vida, nos libra de la muerte eterna y nos trae la salvación?

Señor, queremos vivir con fe la promesa de la vida eterna y mantener la  esperanza y confianza  en ti aunque a veces tengamos que sufrir y no lleguemos a comprender tus caminos

Adorado sea el Santísimo Sacramento.

Sea por siempre Bendito y Alabado.                                               FVR.