Evangelio del día 31 de Julio de 2025.

Mateo 13, 47-53
En aquel tiempo, dijo Jesús a la gente: «El reino de los cielos se parece también a la red que echan en el mar y recoge toda clase de peces: cuando está llena, la arrastran a la orilla, se sientan y reúnen los buenos en cestos y los malos los tiran. Lo mismo sucederá al final de los tiempos: saldrán los ángeles, separarán a los malos de los buenos y los echarán al horno de fuego. Allí será el llanto y el rechinar de dientes. ¿Habéis entendido todo esto?». Ellos le responden: «Sí».
Él les dijo: «Pues bien, un escriba que se ha hecho discípulo del reino de los cielos es como un padre de familia que va sacando de su tesoro lo nuevo y lo antiguo». Cuando Jesús acabó estas parábolas, partió de allí.
Hoy nos fijamos en la frase:
“¿Habéis entendido todo esto?”
Jesús sigue hablándonos en parábolas para que entendamos como es el Reino de los cielos.
En esta ocasión, como en la del trigo y la cizaña, nos habla de los peces buenos y malos. Nos vuelve a recordar que el bien y el mal conviven y que nuestra misión es doble; mantenernos fieles al Señor y procurar que los demás lleguen a Él.
El Señor quiere que todos tengamos oportunidad de convertirnos y salvarnos, por eso no separará los buenos de los malos hasta el juicio final.
¿Dónde está además la importancia de esta parábola?
Precisamente en la pregunta que hace Jesús después de pronunciarla: “¿Habéis entendido todo esto?”.
Para que nuestra respuesta sea “Si” como contestó la gente a la que hablaba Jesús, hemos de entender bien cuál es nuestra misión. Sabemos que Dios es paciente con nosotros y espera nuestra conversión, que es misericordioso y nos otorga su perdón.
También conocemos bien que el Reino de Dios se edifica desde lo pequeño y humilde, sin embargo su fuerza, su poder y el amor que Dios nos da es imparable y ha de llegar a todos, lo único que tenemos que hacer es confiar en el Señor.
En la enseñanza final de este evangelio, vemos que Jesús con las palabras “un padre de familia que va sacando de su tesoro lo nuevo y lo antiguo”, lo que nos quiere manifestar es que ha venido a dar validez al Antiguo y al Nuevo Testamento. No suprime nada sino que perfecciona los mandamientos y les da plena validez, resumiéndolos en uno, amar a Dios y al prójimo.
Señor, hoy déseanos haber entendido bien tu Palabra y que al final de nuestra vida seamos como el trigo y los peces buenos. Ayúdanos a entender lo antiguo y lo nuevo; a entregarnos a ti para difundir tu Reino y que todos los hombres se salven.
Adorado sea el Santísimo Sacramento.
Sea por siempre Bendito y Alabado. FVR.
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