4 de Septiembre de 2025. Una frase del Evangelio de cada día.»Rema mar adentro, y echad vuestras redes para la pesca»

Evangelio del día 4 de Septiembre de 2025.

Lucas 5, 1-11

En aquel tiempo, la gente se agolpaba en torno a Jesús para oír la palabra de Dios. Estando él de pie junto al lago de Genesaret, vio dos barcas que estaban en ¡a orilla; los pescadores, que habían desembarcado, estaban lavando las redes. Subiendo a una de las barcas, que era la de Simón, le pidió que la apartara un poco de tierra. Desde la barca, sentado, enseñaba a la gente.

Cuando acabó de hablar, dijo a Simón: «Rema mar adentro, y echad vuestras redes para la pesca».

Respondió Simón y dijo: «Maestro, hemos estado bregando toda la noche y no hemos recogido nada; pero, por tu palabra, echaré las redes».

Y, puestos a la obra, hicieron una redada tan grande de peces que las redes comenzaban a reventarse. Entonces hicieron señas a los compañeros, que estaban en la otra barca, para que vinieran a echarles una mano. Vinieron y llenaron las dos barcas, hasta el punto de que casi se hundían.

Al ver esto, Simón Pedro se echó a los pies de Jesús diciendo: «Señor, apártate de mí, que soy un hombre pecador».Y es que el estupor se había apoderado de él y de los que estaban con él, por la redada de peces que habían recogido; y lo mismo les pasaba a Santiago y Juan, hijos de Zebedeo, que eran compañeros de Simón.

Y Jesús dijo a Simón: «No temas; desde ahora serás pescador de hombres».

Entonces sacaron las barcas a tierra y, dejándolo todo, lo siguieron.

 Hoy nos fijamos en la frase:

            “Rema mar adentro, y echad vuestras redes para la pesca”

Jesús después de enseñar nos pide actuar. ¿Qué enseñanza sacamos hoy de la lectura?

El Señor nos pide confiar en Él, nos pide que miremos más en nuestro interior, que trabajemos en su nombre. Sabemos de sobra que con nuestras fuerzas es poco lo que podemos conseguir. Solamente haciéndolas en su nombre y confiando plenamente en Él, podremos conseguir seguirle, y conseguir objetivos.

Posiblemente nos ocurra que venimos de muchos fracasos, que no conseguimos objetivos en nuestra vida de cristianos, que vemos como cada vez somos menos, como se va alejando la gente y como no acude al culto. En definitiva como se va apartando de Dios.

¿Cuál es nuestro problema?

La falta de confianza en el que todo lo puede. Jesús es el Maestro, el Señor todopoderoso que nos enseña que haciendo la voluntad del Padre, todo se puede lograr. Por eso tendríamos que confesar como Pedro “Señor, apártate de mí, que soy un hombre pecador”.

Hoy tendríamos que remar, que mirar más en nuestro interior; más a nuestra forma de vida, a nuestra vida de cristianos, de padres de familia; más al interior de nuestra comunidad, movimiento religioso y misión apostólica en la parroquia, en la diócesis, en la Iglesia.

Tendríamos que buscar en lo profundo de nuestro interior, en la forma de entregarnos con fe, esperanza y caridad a la misión, y no dejarnos llevar por la comodidad, el confort y la rutina.

Señor, queremos reconocer nuestra debilidad. Envíanos tu Espíritu para que abandonemos la religiosidad rutinaria y cumplidora que no profundiza en el interior de nuestro corazón y haz que rememos hacia una vida más cercana y confiada en lo que tú nos enseñas y pides que hagamos para seguirte.

Adorado sea el Santísimo Sacramento.

Sea por siempre Bendito y Alabado.                                               FVR.

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