Evangelio del día 5 de Julio de 2025.

Mateo 9, 14-17
En aquel tiempo, los discípulos de Juan se acercan a Jesús, preguntándole: «¿Por qué nosotros y los fariseos ayunamos a menudo y, en cambio, tus discípulos no ayunan?».
Jesús les dijo: «¿Es que pueden guardar luto los amigos del esposo, mientras el esposo está con ellos?
Llegarán días en que les arrebatarán al esposo, y entonces ayunarán.
Nadie echa un remiendo de paño sin remojar a un manto pasado; porque la pieza tira del manto y deja un roto peor.
Tampoco se echa vino nuevo en odres viejos; porque revientan los odres: se derrama el vino y los odres se estropean; el vino nuevo se echa en odres nuevos y así las dos cosas se conservan».
Hoy nos fijamos en la frase:
“el vino nuevo se echa en odres nuevos y así las dos cosas se conservan”
Para que los discípulos de Juan y todos nosotros lo entendamos fácilmente, Jesús pone ejemplos de la vida diaria y cotidiana.
Utiliza la alegría de las bodas y los amigos, remendar un paño viejo con uno nuevo y el tratamiento del vino que más o menos todos conocemos que para su buena conservación es necesario ponerlo en barricas nuevas.
¿Qué nos quiere enseñar el Señor hoy?
El Señor pone estos ejemplos para que comprendamos que tenemos que renovarnos constantemente y cómo debemos hacerlo, lo expone con la sencillez de estos ejemplos.
¿Qué nos pide que hagamos en este tiempo con nuestras vidas?
Nos pide que seamos valientes, no tener miedo, ser decididos, salir del inmovilismo y de la rigidez de las estructuras y prácticas que se han convertido en pura rutina.
Sabemos que es difícil, que nos cuesta, que nos falta valor y quizá la fe suficiente para enfrentarnos al reto de cambiar. Pero Jesús lo dice bien claro el Reino de Dios ha llegado, el reino del amor, del perdón, de la misericordia, que ya no está basado en un montón de leyes y costumbres a realizar como ritos en los que falta lo más importante la fe en lo que se hace.
Hoy Señor pedimos que con la ayuda del Espíritu Santo nos ayudes a discernir, sobre la forma de actuar en nuestra vida, sobre la forma de ser mejores cristianos, de ser odres nuevos para nuestros hermanos.
Adorado sea el Santísimo Sacramento.
Sea por siempre Bendito y Alabado. FVR.
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