Evangelio del día 7 de Junio de 2025.

Juan 21, 20-25

En aquel tiempo, Pedro, volviéndose, vio que los seguía el discípulo a quien Jesús amaba, el mismo que en la cena se había apoyado en su pecho y le había preguntado: «Señor, ¿quién es el que te va a entregar?»

Al verlo, Pedro dice a Jesús: «Señor, y éste, ¿qué?»

Jesús le contesta: «Si quiero que se quede hasta que yo venga, ¿a ti qué? Tú sígueme.»

Entonces se empezó a correr entre los hermanos el rumor de que ese discípulo no moriría. Pero no le dijo Jesús que no moriría, sino: «Si quiero que se quede hasta que yo venga, ¿a ti qué?»

Este es el discípulo que da testimonio de todo esto y lo ha escrito; y nosotros sabemos que su testimonio es verdadero.

Muchas otras cosas hizo Jesús. Si se escribieran una por una, pienso que ni el mundo podría contener los libros que habría que escribir.

Hoy nos fijamos en la frase:

”¿a ti qué? Tú sígueme”

¿Qué quiere decir a Pedro y a nosotros Jesús en este evangelio?

Jesús que conoce lo que hay en el  corazón de Pedro, sabe de la preocupación por Juan, el discípulo amado de Jesús, que va a ser de él cuando ya no esté Jesús con ellos.

Y la respuesta de Jesús es clara y muy concreta. Tú no te preocupes de Juan, lo único que tienes que hacer es seguirme.

También conoce el corazón de cada uno de nosotros, y cómo a veces nos preocupamos por lo que han de hacer los demás, e incluso puede que nos ocurra algo peor, que nos comparemos con los demás. Jesús no nos pide nada más que le sigamos, cada uno con los dones que nos ha dado.

Si nos dedicamos a observar o comparar cómo y que hacen los demás, lo más seguro es que olvidemos que es lo que tenemos que hacer según nuestras posibilidades en anunciar el Reino de Dios, y eso sería quitarle tiempo a la misión que tenemos encomendada cada uno.

Nosotros no tenemos que preocuparnos por el futuro ajeno ni el nuestro, ya que ese futuro este en el Señor.

Si estamos convencidos del amor que Dios tiene a cada uno de los hombres, entenderemos que el plan que tiene para cada uno de nosotros es diferente.

Este próximo domingo celebramos la venida del Espíritu Santo, recibámoslo y dediquemos nuestra vida a anunciar la Buena Noticia, con los dones individuales que recibamos sin intentar averiguar los de los demás, solo fijándonos en lo fundamental SEGUIR A JESÚS.

Espíritu Divino, llena de dones nuestros corazones, aumenta nuestra fe, danos fortaleza en las dificultades y condúcenos siempre en el amor a Dios a los hermanos, para que llegue al mundo la paz.

Adorado sea el Santísimo Sacramento.

Sea por siempre Bendito y Alabado.                                               FVR.