Evangelio del día 8 de Agosto de 2025.

Mateo 16, 24-28
Jesús dijo a sus discípulos: El que quiera seguirme, que renuncie a sí mismo, que cargue con su cruz y me siga. Porque el que quiera salvar su vida, la perderá; y el que pierda su vida a causa de mí, la encontrará.
¿De qué le servirá al hombre ganar el mundo entero si pierde su vida? ¿Y qué podrá dar el hombre a cambio de su vida?
Porque el Hijo del hombre vendrá en la gloria de su Padre, rodeado de sus ángeles, y entonces pagará a cada uno de acuerdo con sus obras.
Les aseguro que algunos de los que están aquí presentes no morirán antes de ver al Hijo del hombre, cuando venga en su Reino.
Hoy nos fijamos en la frase:
“El que quiera seguirme, que renuncie a sí mismo”
El reto de seguir a Jesús es negarse a sí mismo.
¿Qué implica negarnos a nosotros mismos?
En primer lugar, ser conscientes que nuestra vida se la debemos al Señor y que ejercer la libertad que nos ha dado, es para darle gloria y anunciar su reinado, no para dar satisfacción a nuestros deseos.
¿Qué implica seguirle y tomar su Cruz?
Poner a Dios en el primer lugar de nuestras cosas, de nuestra forma de actuar, de nuestra forma de vivir, hacer la voluntad de Dios y darle gloria,
Somos conscientes de la dificultad que supone la Cruz, del sacrificio y a veces del sufrimiento en nuestro caminar, en nuestro proceso de conversión continua y transformación, para seguir a Jesús.
Por eso debemos hacer una continua revisión de nuestras prioridades, de nuestro estilo de vida y renunciar a la comodidad en que a veces nos instalamos, de entender que las cosas de este mundo son temporales y comprender bien la vida anunciada por el Señor.
Señor, hoy queremos pedirte que nos ayudes a no perder la vida en las cosas banales y terrenas, para practicar el bien y la justicia, para no perder nuestra vida, sino encontrarla en ti, en tu Palabra que es verdad y vida plena en Dios.
Adorado sea el Santísimo Sacramento.
Sea por siempre Bendito y Alabado. FVR.
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