Evangelio del día 11 de Agosto de 2025.

Mateo 17, 22-27
En aquel tiempo, mientras Jesús y los discípulos recorrían juntos Galilea, les dijo Jesús: «El Hijo del hombre será entregado en manos de los hombres, lo matarán, pero resucitará al tercer día». Ellos se pusieron muy tristes. Cuando llegaron a Cafarnaún, los que cobraban el impuesto de las dos dracmas se acercaron a Pedro y le preguntaron: «¿Vuestro Maestro no paga las dos dracmas?». Contestó: «Sí».
Cuando llegó a casa, Jesús se adelantó a preguntarle: «¿Qué te parece, Simón? Los reyes del mundo, ¿a quién le cobran impuestos y tasas, a sus hijos o a los extraños?». Contestó: «A los extraños». Jesús le dijo: «Entonces, los hijos están exentos. Sin embargo, para no darles mal ejemplo, ve al mar, echa el anzuelo, coge el primer pez que pique, ábrele la boca y encontrarás una moneda de plata. Cógela y págales por mí y por ti».
Hoy nos fijamos en la frase:
“para no darles mal ejemplo”
De nuevo Jesús anuncia a los discípulos su Pasión y Resurrección.
Vemos cómo esto entristecen los discípulos. Y nosotros ¿cómo vemos transcurridos 20 siglos la Pasión y Resurrección del Señor?
Nos hemos acostumbrado a escucharla y vivirla en la Semana Santa y quizá se nos ha hecho rutinaria y cómoda.
Hoy podríamos recogernos unos minutos y discernir si nos entristece y a la vez nos produce alegría. Si, tristeza y alegría a la vez. Para nosotros ya no es un anuncio, la muerte y resurrección del Señor ya ha ocurrido, y ha sido para salvarnos. Por eso debemos agradecer a Jesús que haya gastado y entregado su vida por nosotros.
Señor ayúdanos a comprender todo esto y a seguirte incondicionalmente.
En la segunda parte del evangelio, vemos que Jesús habla de impuestos, de quien debe pagarlos y quien no debe pagarlos. ¿Cómo podemos entender nosotros esto?
Jesús nos dice que los hijos no deben pagarlos. Y Él como hijo de Dios por lo tanto no debía pagar el impuesto al templo, pero para dar ejemplo lo paga.
Nosotros también somos hijos de Dios, pero si somos verdaderos seguidores de la Palabra y enseñanzas de Jesús lo que tenemos que hacer es colaborar al mantenimiento de la Iglesia y cumplir con todas nuestras obligaciones.
¿Qué enseñanza podemos sacar de esta segunda parte?
Jesús se reafirma de nuevo como Hijo de Dios y nosotros los cristianos, seguidores de Él somos por tanto también hijos de Dios.
También hemos de dar testimonio cumpliendo con nuestras obligaciones sociales y comunitarias colaborando con nuestra participación.
En el milagro de la moneda en la boca del pez, vemos que Dios siempre está presente para ayudarnos y darnos lo que necesitemos.
Señor, hoy queremos pedirte ayuda para comprender tu entrega por la salvación de la humanidad; para hacernos sentir cada día hijos de Dios, para dar testimonio y buen ejemplo ante los hermanos y para reconocer tu poder y presencia en todas las cosas.
Adorado sea el Santísimo Sacramento.
Sea por siempre Bendito y Alabado. FVR.
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