16 de Octubre de 2025. Una frase del Evangelio de cada día. “a los que intentaban entrar se lo habéis impedido”

Evangelio del día 16 de Octubre de 2025.

Lucas 11, 47-54

En aquel tiempo, dijo Jesús: ¡Ay de vosotros, que edificáis mausoleos a los profetas, a quienes mataron vuestros padres! Así sois testigos de lo que hicieron vuestros padres, y lo aprobáis; porque ellos los mataron y vosotros les edificáis mausoleos. Por eso dijo la Sabiduría de Dios: “Les enviaré profetas y apóstoles: a algunos de ellos los matarán y perseguirán”; y así a esta generación se le pedirá cuenta de la sangre de todos los profetas derramada desde la creación del mundo; desde la sangre de Abel hasta la sangre de Zacarías, que pereció entre el altar y el santuario.

Sí, os digo: se le pedirá cuenta a esta generación. ¡Ay de vosotros, maestros de la ley, que os habéis apoderado de la llave de la ciencia: vosotros no habéis entrado y a los que intentaban entrar se lo habéis impedido!». Al salir de allí, los escribas y fariseos empezaron a acosarlo implacablemente y a tirarle de la lengua con muchas preguntas capciosas, tendiéndole trampas para cazarlo con alguna palabra de su boca.

Hoy nos fijamos en la frase:

            “a los que intentaban entrar se lo habéis impedido”

De nuevo Jesús enfrenta la verdad frente a la hipocresía. Enfrenta las normas y la ley, al amor, la misericordia, el perdón y la compasión.

Jesús no puede callar la verdad, la libertad y la sencillez de quienes acogen de corazón la salvación. Por eso critica a los que interpretan la ley severamente y se creen poseedores de la ciencia. A los que interpretan erróneamente y con cargas excesivas las normas y la moral, ya que esto puede ser motivo de que otros hermanos no se acerquen o incluso tengan reparos en creer en el Reino de Dios.

¿Qué nos pueden sugerir a nosotros estas palabras de Jesús?

Que tenemos que ser servidores

Que tenemos que transmitir la alegría de ser amados por Dios.

Que no tenemos que poner trabas e intransigencias.

Que ante todo como cristianos tenemos que acoger a los hermanos, sobre todo los más necesitados, los pecadores, los descartados de la sociedad.

Que la Iglesia, es pueblo de Dios, comunidad y hermandad, dispuesta para servir, acoger y sanar a quien lo necesite.

Actuando así, no rechazaremos las enseñanzas de los profetas y de Jesús y estaremos abriendo nuestros corazones a los demás, para que puedan encontrar en los cristianos el camino de la felicidad y la salvación.

Señor, líbranos de toda hipocresía, de toda crítica y juicio a los hermanos. Haz que nuestra vida sea sencilla y humilde, y que nunca sirva para dar mal ejemplo a los demás.

Adorado sea el Santísimo Sacramento.

Sea por siempre Bendito y Alabado.                                               FVR.

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