3 de Diciembre de 2025. Una frase del Evangelio de cada día. “Siento compasión de la gente”

Evangelio del día 3 de Diciembre de 2025.

Mateo 15, 29-37

En aquel tiempo, Jesús se dirigió al mar de Galilea, subió al monte y se sentó en él. Acudió a él mucha gente llevando tullidos, ciegos, lisiados, sordomudos y muchos otros; los ponían a sus pies y él los curaba. La gente se admiraba al ver hablar a los mudos, sanos a los lisiados, andar a los tullidos y con vista a los ciegos, y daban gloria al Dios de Israel. Jesús llamó a sus discípulos y les dijo: «Siento compasión de la gente, porque llevan ya tres días conmigo y no tienen qué comer. Y no quiero despedirlos en ayunas, no sea que desfallezcan en el camino».

Los discípulos le dijeron: «¿De dónde vamos a sacar en un despoblado panes suficientes para saciar a tanta gente?». Jesús les dijo: «¿Cuántos panes tenéis?». Ellos contestaron: «Siete y algunos peces». Él mandó a la gente que se sentara en el suelo. Tomó los siete panes y los peces, pronunció la acción de gracias, los partió y los fue dando a los discípulos, y los discípulos a la gente. Comieron todos hasta saciarse y recogieron las sobras: siete canastos llenos.

Hoy nos fijamos en la frase:

            “Siento compasión de la gente”

Jesús cuando sube al monte lo hace para orar o para enseñar. Hoy vemos que la gente le sigue para escucharle, pero además le llevan toda clase de enfermos para que los cure y después de atenderlos y curarlos la gente quiere seguir escuchando sus enseñanzas.

Jesús siente compasión y cura. Además siente compasión y da de comer. Primero pone la Palabra, luego actúa, obra por compasión los milagros de la curación y después da alimento a los que le quieren seguir.

Podemos descubrir en este Evangelio y así nos pide a nosotros que hagamos como discípulos, primero la enseñanza, después la compasión, luego la colaboración obrando el bien y por ultimo aliméntarnos y alimentar a los demás.

Pongamos en práctica con los demás lo que Jesús nos dice:

Seguimiento y enseñanza de la Palabra de Dios.

Compasión por quien nos necesita espiritual o materialmente.

Colaborar haciendo el bien como hicieron los discípulos, que pusieron a disposición de la gente lo poco que tenían.

Alimentarnos en la Eucaristía donde Jesús se parte y se reparte.

Alimentar a los más necesitados, sirviendo, enseñando y poniendo los dones recibidos, pocos o muchos a su disposición.

De multiplicar ya se encargará Jesús, nuestra misión es colaborar con su obra.

Señor, queremos disponer nuestro corazón a esas necesidades que tienen muchos hermanos nuestros, que tiene el mundo. Te pedimos que nos ayudes a descubrirlas y atenderlas con compasión y misericordia.

Adorado sea el Santísimo Sacramento.

Sea por siempre Bendito y Alabado.                                               FVR.

Comments

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *