Evangelio del día 11 de Noviembre de 2025.

Lucas 17, 7-10

En aquel tiempo, dijo Jesús: ¿Quién de vosotros, si tiene un criado labrando o pastoreando, le dice cuando vuelve del campo: “Enseguida, ven y ponte a la mesa”? ¿No le diréis más bien: “Prepárame de cenar, cíñete y sírveme mientras como y bebo, y después comerás y beberás tú”?

¿Acaso tenéis que estar agradecidos al criado porque ha hecho lo mandado? Lo mismo vosotros: cuando hayáis hecho todo lo que se os ha mandado, decid: “Somos siervos inútiles, hemos hecho lo que teníamos que hacer”».

Hoy nos fijamos en la frase:

            “Somos siervos inútiles, hemos hecho lo que teníamos que hacer”

El Señor hoy quiere que nos demos cuenta que somos siervos suyos, amigos suyos, no esclavos que realizan funciones tiránicamente.

Por su amor y misericordia, somos seguidores del evangelio, y esto nos engrandece y nos dignifica ante Dios.

Cuando Jesús dice “siervo inútil” se refiere al servicio que hacemos desinteresada e incondicionalmente por el Reino, sin pedir ni esperar recompensa, sino que lo realizamos porque nos sentimos hijos de Dios y participamos de su Palabra, de la Eucaristía, de las buenas obras como si fueran cosas del mismo Dios.

Ser siervo de Dios, es ser generoso, no llevar en cuenta las obras buenas que realizamos, pues eso sería precisamente un inútil mercantilismo ante los ojos de Dios. Por el contrario lo que tenemos que tener es un corazón generoso, hacer el bien desinteresadamente, amar a los hermanos incondicionalmente, ser compasivos y misericordiosos, porque todo lo que hagamos sirviendo a Dios es en realidad su obra, que nos ayuda engrandecer nuestra vida, a ser felices y llevar la felicidad de la Palabra de Dios a los demás.

Señor, hoy queremos ofrecerte lo que nos has confiado que tenemos que hacer en la tierra. Señor, siervos inútiles somos, solo queremos hacer tu voluntad.

Adorado sea el Santísimo Sacramento.

Sea por siempre Bendito y Alabado.                                               FVR.