Evangelio del día 5 de Junio de 2025.

Juan 17, 20-26
En aquel tiempo, levantando los ojos al cielo, oró Jesús diciendo: «No solo por ellos ruego, sino también por los que crean en mí por la palabra de ellos, para que todos sean uno, como tú, Padre, en mí, y yo en ti, que ellos también sean uno en nosotros, para que el mundo crea que tú me has enviado.
Yo les he dado la gloria que tú me diste, para que sean uno, como nosotros somos uno; yo en ellos, y tú en mí, para que sean completamente uno, de modo que el mundo sepa que tú me has enviado y que los has amado a ellos como me has amado a mí.
Padre, este es mi deseo: que los que me has dado estén conmigo donde yo estoy y contemplen mi gloria, la que me diste, porque me amabas, antes de la fundación del mundo.
Padre justo, si el mundo no te ha conocido, yo te he conocido, y estos han conocido que tú me enviaste. Les he dado a conocer y les daré a conocer tu nombre, para que el amor que me tenías esté en ellos, y yo en ellos».
Hoy nos fijamos en la frase:
”que ellos también sean uno en nosotros”
Continúa Jesús pidiendo al Padre por sus discípulos y por todos nosotros. Sabe que yo no va a estar mucho tiempo en este mundo y quiere dejar claro a los discípulos que ellos conocen a Dios Padre por medio de Él, pues el que conoce a Jesús conoce también al Padre.
También quiere que comprendan y comprendamos nosotros la importancia de estar unidos y de comunicar el evangelio.
El testimonio de la unidad de los cristianos tiene gran importancia ya que sin unidad es muy difícil que puedan creer en el amor de Dios, creer y comunicar la Palabra.
Jesús quiere que esa unidad sea el ejemplo que vean los demás y así podan entender la unión del Padre y Él. Puedan comprender la unidad trinitaria. La unidad nos ayuda a entender como ama el Padre al Hijo y como Jesús nos ha comunicado y enseñado ese amor para conocer al Padre y que podamos ser ayudados por el Espíritu Santo, para transmitirlo nosotros.
Señor queremos estar unidos en tu amor.
Adorado sea el Santísimo Sacramento.
Sea por siempre Bendito y Alabado. FVR.
Deja una respuesta